Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1891-1892 (Cortes de 1891 a 1892)
Sesión: 12 de julio de 1892
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: 245, 7749
Tema: Contestación que el Sr. Presidente de la Cámara debe dar cuando sea requerido por los que desean que se discuta el proyecto de ley que modifica el régimen aduanero a que está sujeto el material de ferrocarriles

El Sr. SAGASTA: Para manifestar al Sr. Silvela que la modificación que propone para su proposición, coloca ésta dentro del Reglamento, pero fuera de la posibilidad, porque en este tiempo y con esta temperatura, dos sesiones, una de tres horas y otra de cuatro, son excesivas.

En cuanto al Sr. Presidente del Consejo, yo declaro que, en su lugar, no regatearía nada a las oposiciones, incluso a la del Sr. Pí y Margall desea es la integridad del Reglamento. Yo no se lo disputaría, porque después de todo, así es como se verifican las sesiones en los tiempos normales, así es como se han hecho todas las leyes, y así es como más fácilmente ha de sacar el Gobierno las que pretende obtener, si es que tiene verdadero interés en ello, porque de otro modo no las sacará adelante. Por algo dije yo que había que dejar las cosas, no sólo a la rectitud y a la imparcialidad de la Mesa, sino también a la prudencia y a la buena fe de las oposiciones, y cuando los Gobiernos se entregan a la buena fe y a la prudencia de las oposiciones en asuntos verdaderamente graves, como éstos, las oposiciones no dejan de responder jamás a tan levantado llamamiento. Como no responden es queriendo violentar el Reglamento o la manera de ser de las oposiciones mismas.

De manera que, en mi opinión, para salir de este conflicto no hay más que entrar en la normalidad del Reglamento, dejarse de dos sesiones, una ordinaria y otra extraordinaria, y encomendarnos a la rectitud y a la imparcialidad del Sr. Presidente. De este modo podremos pasar esta época de tanto calor, se discutirá lo que pueda discutirse, y si queda algo que no sea aprobado, ¡qué se le va a hacer! como suele decir el Sr. Presidente del Consejo, y repito yo ahora.



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